miércoles, 22 de agosto de 2018

Una vida en armas: los legionarios.



Legiones concentradas para aplastar la revuelta de los esclavos liderada por Espartaco; una feroz carga contra bárbaros iracundos… Las imágenes de legionarios romanos están ligadas a las transmitidas por las novelas, el cine y la televisión. Sin embargo, aparte de los breves momentos de batalla, disciplina, matanzas, valentía y muerte, ¿cómo era la vida de un legionario romano? Las fuentes, aunque se ha recurrido a ellas profusamente, no permiten contar la historia del legionario corriente en un momento dado durante los primeros tres siglos de nuestra era. Sin embargo, es posible obtener una imagen compuesta basada en el material existente de ese periodo. Legiones concentradas, aulladoras hordas de bárbaros, valentía en la batalla…, todo eso existía, pero expondré el resto de la existencia de los legionarios con todas sus limitaciones, esperanzas, banalidades y emociones.



El legionario, como otros romanos olvidados o invisibles, prácticamente nunca es tratado individualmente por las principales fuentes clásicas. Aparece en medio de la masa —«el ejército» o «una legión», o cualquier otro grupo—; tan sólo en situaciones excepcionales y frecuentemente con trazas de ficción, aparece un soldado de manera individual en las obras de los escritores de la elite. Para estos autores, por debajo de los mandos militares, el ejército es, salvo en muy raras ocasiones, una masa uniforme que interpreta su papel en el drama al que la elite denomina historia.



Cuando la elite se dignaba pensar en los legionarios corrientes quería fijarse en los actos heroicos, pero al final acababa viéndolos mayoritariamente como un cuerpo peligroso, ignorante, de origen humilde y motivado por bajos instintos. Sin embargo, si tenemos en cuenta el nivel económico, social y cultural del soldado corriente, su vida, aunque podía ser dura y en ocasiones mortal, era en muchos sentidos una vida privilegiada, ya que el legionario gozaba de una estabilidad y unas ventajas a las que muy pocos hombres corrientes podían aspirar.



Fuente: Los olvidados de Roma, prostitutas, forajidos, esclavos gladiadores y gente corriente de Robert C. Knapp




Foto: Grupo de recreación Barcino Oriens, Legio II Traiana Fortis en las jornadas romanas de BARCINO·COLONIA·ROMAE. Creative Commons 3 (Marionaaragay).

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