jueves, 3 de enero de 2019

LA ROMA DE LOS INVISIBLES: LOS OLVIDADOS. LAS PERSONAS QUE JAMÁS SALDRÁN EN LOS LIBROS DE HISTORIA


Breve Reseña a LIGNVM de Ángel Portillo

Escrita por Federico Romero Díaz.

¿En cuantas novelas hemos aprendido sobre la vida y obra de emperadores y reyes, grandes generales, caudillos afamados, destacados militares, grandes políticos, etc? Casi todos tendríamos una larga lista de títulos que ofrecer como respuesta. ¿Y si cambiamos los términos de la pregunta? ¿Y si nos preguntamos en cuantas novelas hemos aprendido como vivían, como pensaban, de que manera rezaban a sus dioses, o en que condiciones trabajaban, o como se vestían los ciudadanos más modestos socialmente? Seguramente ya no se nos ocurrirán tantos títulos como en la primera cuestión. Ese es el valor de Lignvm, de la novela de la que vamos a hablar. Vamos a tratar de una obra que nos describe al detalle la vida cotidiana de esos ciudadanos romanos de condición humilde, la base social en la que Roma se apoyará para crear un Imperio que durará siglos.

Típica ínsula romana del siglo I a. C.
El autor


Ángel Portillo nació en Barcelona, pero ha vivido su infancia y adolescencia en Badalona. En el museo de esta última ciudad, antigua Baetulo, es donde empezó a interesarse por el mundo romano. Docente de vocación y profesor de instalaciones electrotécnicas desde 1968 ha ejercido su profesión en Badalona, Flix, y Tortosa. Residente en la comarca del Montsia (Tarragona) puede vivir cada día al lado de unas de sus pasiones el Mediterráneo.


La obra


Lignvm es una historia bella y dura a la vez, amable y despiadada en ocasiones y no debe extrañarnos, ya que así era la vida de la gente que la protagoniza.

Estamos en Roma, a finales del siglo I d. C. Flavio Domiciano ha muerto y un nuevo emperador, Ulpio Trajano ha accedido al trono imperial con ideas más enérgicas y renovadoras en el ámbito militar. A pesar de ello la situación económica es dura para los ciudadanos romanos más humildes en la capital del Imperio. La subsistencia es un reto que hay que afrontar a diario en familias como la de los Vitalis, humildes ciudadanos de la Roma imperial que se alimentan de lo que el padre consigue ganar como carretero, repartiendo mercancía por las tiendas de la ciudad. A veces el joven Aurelio, el único hijo varón de la pareja consigue traer unas monedas a cambio de trabajos eventuales para los comerciantes de su barrio.
Carro para el transporte de mercancías tirado por animales.

Leyendo esta novela el lector se da cuenta rápidamente de la dura labor de documentación que el autor ha tenido que afrontar para poder contar a ese nivel de detalle. En sus páginas, a través de las vivencias de sus protagonistas, descubrimos multitud de detalles interesantes. El autor nos enseña como funcionaban las corporaciones de oficios en Roma, nos explica su rígido código moral y religioso a través de pequeños cuentos y fábulas que se narran los personajes entre sí. También utiliza los acontecimientos que les suceden, como la enfermedad de uno de ellos para hacernos una gran descripción de la visita y estancia de la familia Vitalis en la Isla Tiberina en busca de la curación del Templo de Esculapio que allí había.

A través de esa infinidad de detalles curiosos descubrimos lo cerca y lo lejos que estamos en diferentes aspectos de esos romanos del siglo I d.C. Aquellos que se regían por un código ético y moral basado en valores que algunos autores clásicos consideraban el verdadero origen de la grandeza de Roma. Hoy en día los consideraríamos arcaicos y desfasados. Entre estos valores destacan el dominio absoluto del "pater familias" sobre los miembros de la unidad familiar. El profundo machismo inherente a ese dominio del marido sobre su mujer e hijos impregna todos los aspectos de la vida de los personajes y determina su manera de pensar y actuar. También nos habla del estricto código de honor al que están sometidos nuestros protagonistas en su día a día. No obstante a pesar de este rígido y arcaico marco vital el amor y la ternura, innato al ser humano se filtra en su historia personal.

Algo que me ha resultado muy llamativo es la visión que el ciudadano romano, aunque sea pobre y no sepa que va a comer al día siguiente, tiene sobre si mismo y el resto del mundo, sobre aquellos que no tienen el enorme privilegio de ostentar la ciudadanía romana. Se consideraban así mismo la cima de la evolución humana. Ningún hombre o mujer, independientemente de su idea o ascendencia social ni siquiera un rey o el emperador de otra nación podía superar esa condición. Otro punto muy chocante para la mentalidad de nuestra época es la "cosificación" de los esclavos que son vistos desde un punto de vista esencialmente patrimonial. Estaban totalmente sometidos al capricho y al abuso de sus dueños que no tenían que dar cuentas a nadie del uso que de ellos hacían.

Por otro lado la novela es una excelente guía del itinerario que todo joven ciudadano debía pasar para llegar a ser legionario romano. Los exámenes físicos y médicos iniciales, el traslado hasta la sede de sus legiones, y el feroz entrenamiento al que eran sometidos y que convertía a estos hombres en perfectas piezas de la máquina militar más potente de su tiempo. El relato esta lleno de detalles interesantes como la vida en el campamento y en el "canabae" adjunto. Nos explica muy bien el sistema que permitía a los legionarios tener a sus esposas "no oficiales" pero si registradas cerca de ellos, etc.


Entrenamiento de los nuevos reclutas para la legión

En conclusión Lignvm es un excelente relato de la vida de los auténticos protagonistas de la historia, de aquellos que con su sangre y esfuerzo, fabricaron los tronos en los que se sentaron los famosos emperadores, los que con sudor y sufrimiento hicieron de Roma la ciudad más poderosa de su tiempo.



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