domingo, 12 de mayo de 2019

LEMURIA (DÍAS 9 a 13 de MAYO)


Cuando la noche estaba mediada y esta invitaba al sueño, cuando ya han callado los perros y junto a ellos todas las aves del cielo, el pater familias se levantaba, a oscuras, de su catre y se lavaba las manos puras con aguas de una fuente. Caminando descalzo y sin ningún nudo en los ropajes que cubrían su cuerpo avanzaba haciendo el gesto de la higa (dedo pulgar entre el índice y el anular, que aleja la mala suerte y atrae la buena fortuna). Su esperanza era que los lémures, espíritus atormentados que podían vagar por su domus, no le hostigaran. Durante las lemuria estas almas salían del inframundo y vagaban libres. Todo el afán del buen pater familias era la de expulsarlos de su casa y evitar que los lémures lo dañaran a él o a los suyos.

Así pues caminando, sin darse la vuelta, en negra noche y con los pies desnudos recitaba lo siguiente:

HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
HAEC EGO MITTO, HIS REDIMO MEQUE MEOSQUE FABIS.
(Lanzo estas habas y con ellas me salvo a mí y a los míos).

Foto 1

Con cada una de estas frases tiraba unas habas negras a su espalda. Los espíritus las recogían y las comían. Las habas eran símbolos de fertilidad y se las consideraba un sustituto de las almas que podían querer despojar los lémures. Tras eso y haciendo sonar, cada vez, un objeto de bronce, repetía:

MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
MANES EXITE PATERNI. (Cling).
(Salid, espíritus de mis antepasados).


Tras eso el máximo responsable de la familia se daba la vuelta. En la más profunda oscuridad se giraba con la esperanza que las almas vagantes hubieran abandonado su hogar y hubieran vuelto al inframundo. Todo padre de familia que realizaba correctamente el rito conseguía lo deseado, los espíritus esperarían una nueva oportunidad el año siguiente. Los días 10 y 12 no eran propicios para este ritual pues los romanos creían que los números pares traían mala suerte y no era cuestión de sumar más desgracias a esos días sombríos.

Foto 2
Según Ovidio en Fastos, tras enterrar los restos de Remo, los ciudadanos romanos, entristecidos, marcharon a sus casas a descansar en sus lechos. Una vez allí a alguno de ellos les pareció que la sombra ensangrentada del gemelo del rey de Roma se sentaba junto a ellos y que con pesar en la voz les dirigía estas palabras:

«Aquí me tenéis, a mí, que era la mitad, la justa mitad de vuestros desvelos; ¡mirad cómo estoy, tan distinto de cómo era hace poco! Si los pájaros me hubiesen asignado el reino, yo hubiera podido ser el más grande de mi pueblo; ahora soy una sombra vana escapada de las llamas de la pira: ¿ésta es la imagen que ha quedado de aquel Remo que fui! ¡Ay!, ¿dónde está mi padre Marte? Si es que vosotros habéis dicho la verdad y él nos proporcionó las ubres de la loba cuando estábamos abandonados. ¡Oh, cuanto más generosa fue ella! Despiadado Celer (según Ovidio Celer fue el que mató a Remo), ojalá rindas por herida tu alma cruel y desciendas a la tierra ensangrentada igual que yo. Mi hermano no había querido esto, él me tiene amor, yo le correspondo; dio sus lágrimas a los Manes, que es lo que podía. Pedid vosotros a él, por vuestras lágrimas, por la nutrición que me dispensasteis, que señale en mi honor la celebración de este día».

Los ciudadanos contaron a Rómulo las palabras de su hermano, este hizo caso y llamó Remuria a estos días. Estos en los que se cumple con el deber para con los antepasados. La primera letra seca, primera del nombre del gemelo del primer rey de Roma, fue cambiada a lo largo del tiempo en una más suave. Luego llamaron lémures a las almas de los silenciosos. Éste es el sentido del nombre. 



¿Os imagináis que el pater familias no hubiera hecho correctamente el rito y al mirar atrás, entre la segunda y la tercera vigilia —cuando la noche es más oscura—, uno de esos lémures le intentara arrancar con sus manos su ya perdida alma?

Por si acaso, repetid conmigo: MANES EXITE PATERNIS


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Fuente: Fastos de Ovidio y Un Año En La Antigua Roma de Néstor F. Marqués.


Foto 1: Habas negras, dominio público portal Pixbay.
Foto 2: Pompei, House of Iulius Polybius, Lararium, dominio público.

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YouTube: Ángel Portillo Lucas.

Miembro del grupo de recreación historica Barcino Oriens. (Legio II Traiana Fortis) y Miembro de Divulgadores de la Historia.




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